Si no estamos felices, si no estamos en paz, no podemos compartir paz y felicidad con los demás, incluso con aquellos que queremos, con los que viven bajo nuestro propio techo.
Si tenemos paz, si estamos contentos, podemos sonreír y florecer como una flor, y todos en nuestra familia, en nuestra sociedad entera, se beneficiarán de nuestra paz...
...y...¿cómo pasar de un lado al otro? , ¿cómo lograr acceder a esos momentos en que vivimos en paz y alegría y permanecer allí para disfrutarlos e irradiarlos a quienes están a nuestro alrededor?...a veces una buena forma es tomar la decisión, otras puede ayudar el hecho de revivir un momento en el que nos hayamos sentido así, y una vez estando allí comenzar a tomar consciencia de la postura de nuestro cuerpo, de los sonidos o silencios que oímos, contemplar como son las imágenes que vemos, darnos cuenta si existe algún aroma en particular y sabor...podemos viajar hacia nuestros recuerdos en busca de esa información que nos puede ayudar a hacer el tránsito desde un estado a otro cuando hemos perdido el camino... y con ella volver a habitar la paz, la felicidad...después de todo es nuestra decisión de qué lado del camino queremos vivir nuestro día, nuestro momento a momento...