martes, junio 30

Crisis...movimientos...cambios... oportunidad...desafíos...

Buscando definiciones de crisis encuentro una que dice: “Cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada, sujeta a evolución. Con cierta incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad”. Más allá de la definición, llama mi atención la idea de movimiento que está implícita. Sigo buscando y llego al símbolo chino que significa “crisis”. Está formado por dos partes: la superior significa “peligro”; la inferior: “oportunidad”. Tomo esta imagen y me pongo a pensar...qué tal explorar que hay más allá de lo que a primera vista aparece cuando enfrentamos una crisis.

Si la situación actual es un peligro ¿a qué nos llama? Los animales frente a un peligro toman diversas actitudes: buscan refugio, se preparan para la pelea, se camuflan para no ser vistos por sus depredadores, etc. Y ¿de qué manera nos preparamos nosotros? ¿Nos escondemos de la realidad, nos ponemos un disfraz y pasamos inadvertidos, nos preparamos con nuestro equipaje de guerreros para conquistar el desafío a que estamos siendo llamados?
Ahora, ¿qué tal si tomamos la otra parte del símbolo? y nos preguntamos: ¿qué oportunidad es la que se presenta con esta situación? Será una oportunidad para hacer cambios en un patrón de comportamiento, un estilo de vida. Quizá es la oportunidad para desarrollar un área de nuestra vida aún inexplorada y por lo tanto talentos no utilizados. Tal vez sea una oportunidad para pararnos desde el amor, la comprensión y la fuerza unidas para avanzar hacia territorios que hemos dejado de lado. Surgen tantas preguntas a partir de esta palabra que conlleva movimiento, que finalmente se transforma en una instancia de desarrollo, que nos puede llevar a la acción, ya sea porque la vivenciemos como un peligro o porque percibamos en ella una oportunidad. Sea cual sea la opción, nos invita a actuar y qué tal si despertamos nuestros talentos y nuestras fuerzas creativas para aventurarnos cuando sintamos que estamos inmersos en un momento de peligro/oportunidad…

Te invito a perguntarte algunas cosas, a explorar… Si la crisis la vivo como un peligro: ¿Qué acciones puedo realizar? Y, para realizar esas conductas, ¿de qué habilidades necesito disponer?, ¿por qué para mí es importante hacer lo que hago?. Por último: ¿quién soy cuando actúo de esa manera, con esas habilidades y creyendo lo que creo?. Si la vivo como una oportunidad: ¿a qué me llama, qué recursos tengo disponibles? ¿Cuáles necesito potenciar? ¿Qué creo cuando hago lo que hago y quién soy ahí? ¿A quiénes impacto de esta manera?

Cuántos cambios hemos vivido a lo largo de nuestra vida, durante la infancia, la adolescencia, la adultez…en lo afectivo, laboral, familiar…Y aquí estamos, ¡vivos! y con tantas experiencias que nos permiten adentrarnos en el movimiento de la vida…